Despues de tres noches y dos dias en un mismo lugar, hoy tenemos que continuar con el viaje, para no perder la emocion de los trayectos en tren y autobus.
Antes de llegar a Bangkok, nos desviamos a conocer el Mercado Flotante de Damnoen Saduak y su mercadillo tipico de gente nativa (el peor que hemos podido ver hasta el momento; carne y pescado lleno de moscas... vaya que se te quitaban las ganas de comer, aunque con nosotros no lo han conseguido,jaja). Hemos cogido una barquita que en una hora nos ha hecho un recorrido por el mercado; no es como cuando lo ves en los documentales o las peliculas (suponemos tambien que era algo tarde y no habia tanto movimiento) pero tiene su encanto, es curioso de visitar ya que es algo diferente de lo que hemos visto hasta ahora.
La llegada hasta Bangkok se hace un poco larga, entre la calor del autocar, la lentiud del conductor, y la excursion hasta llegar a la guest house... pero a merecido la pena el desvio.
Por la noche hemos ido a conocer otra parte de Bangkok, Chinatown. Es mas bonito verlo de noche por la iluminacion de sus calles, llaman la atencion los enormes carteles.
Acabamos la noche en la calle de los mochileros,Khao San Road. En ella hay des de tiendas de ropa y souvenirs, hasta restaurantes, pubs, incluso puestos en los que te falsifican titulos y carnets. Despues de cenar y hacer unas compras (ritual nocturno durante el viaje), encontramos un pub irlandes en el que podemos escuchar musica en directo muy chula y fumar en cachimba. Ha sido una buena eleccion.
Es la ultima noche de los ocho juntos en Tailandia, algunos volvemos a nuestro querido hogar y trabajo (jajaja, me rio) y otros se van en busca del sol y la transparentes aguas del sur ( que envidia).
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